Trabajar con nuestras velas de masaje es muy sencillo. Deje que la vela se derrita, aplique una pequeña cantidad en la palma de la mano y comience el masaje en una pequeña área del cuerpo. Si la vela comienza a solidificarse (por ejemplo, debido al aire acondicionado), no se preocupe — la fórmula se derrite a la temperatura corporal y se absorberá pronto. La vela es más densa que el aceite de masaje, pero calienta bien la piel, la hidrata y mantiene el aroma durante mucho tiempo. También puede utilizar la vela solo en áreas específicas y realizar el masaje general de la manera habitual. Solo mezcle cualquier aceite de masaje con nuestra fragancia para mantener un aroma uniforme
Usar una vela de masaje puede brindar una experiencia sensual y relajante. Aquí te van los pasos:
- Escoge el lugar adecuado: Busca un espacio cómodo, privado y bien ventilado, libre de materiales inflamables.
- Prepara el ambiente: Crea un entorno acogedor con luces tenues, velas suaves y música tranquila para fomentar la relajación.
- Recorta la mecha: Antes de encenderla, recorta la mecha a unos 0,6 cm para controlar la llama y evitar exceso de humo.
- Enciende la vela: Déjala quemar por 20-30 minutos hasta que se forme un charco de aceite derretido en la superficie.
- Apaga la llama: Apágala con cuidado usando un apagavelas para evitar derrames de cera caliente.
- Espera la temperatura adecuada: Deja que el aceite se enfríe un poco antes de aplicarlo en la piel, asegurándote de que esté a una temperatura cómoda.
- Comienza el masaje: Vierte un poco de aceite tibio en tus manos y frótalas para esparcir el calor. Aplica suavemente en la piel con movimientos delicados.
- Reaplica según necesitas: Agrega más aceite conforme avanza el masaje, calentándolo en tus manos antes de aplicarlo.
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Mantener las velas en ambientes frescos y secos